viernes, agosto 22, 2008

ACTUALIDAD: LA FAMILIA GIL IMPIDE RENOVAR EL ABONO

COMUNICADO DE LA ASOCIACIÓN SEÑALES DE HUMO
Desde la Asociación Señales de Humo queremos dejar constancia pública de un lamentable hecho que ha acontecido durante este verano y que la proximidad del comienzo de la temporada lo convierte en actualidad.

Desde que se abriera la temporada de renovación de abonos 2008-2009 a la que han sido invitados todos los abonados de la temporada pasada, el Consejo de Administración del Club Atlético de Madrid, SAD ha transmitido orden expresa al departamento de abonos para que impida la renovación de nuestro Presidente José Luis Sánchez Ayuso.

Esta medida no es nueva y fue instaurada por el fallecido Jesús Gil que expulsó a los entonces socios Enrique Sánchez de León o Vicente Calderón, entre otros, por sus reiteradas exigencias sobre la llevanza irregular de las cuentas, las irregularidades en el trámite electoral de 1991 y la apropiación de la entonces Sociedad deportiva en el año 1992. No bastó la advertencia. El reiterado fraude fiscal y la ya probada apropiación indebida del club llevó años más tarde a la familia Gil ante los tribunales y sumergió a la institución en los peores lustros de su Historia. Huérfana de éxitos, sin rumbo. Únicamente ávida de pelotazos urbanísticos.

La expulsión injustificada también la han sufrido en distintos momentos y causas otros colectivos del Club, como algún ilustre veterano, y directivos de peñas. Algunas perfectamente conocidas y reconocibles en la grada.

Y por supuesto no han sido ajenas a está medida bananera, los periodistas; que más allá del ejercicio de su profesión han visto en peligro el disfrute de su afición por el atleti si mostraban algún tipo de crítica o disidencia sostenida. El último caso que conocemos es el de Sergio Medina.

La semana que viene se abrirán los tornos, un año más en el Vicente Calderón, y esperamos que la denuncia efectuada ante todos los medios de comunicación sirva para erradicar esta despreciable práctica de la familia Gil, y cuando menos informar a los atléticos que han sido ajenos a la misma. Pues es el silencio de la sociedad el que permite que la gente sin escrúpulos tome ventajas para llenarse sus bolsillos, en este caso con el sentimiento de toda una afición.